Como comentaba antes una vez dejado el barco que nos llevo durante una media hora por el rio Shennong.llegamos a un embarcadero flotante donde empezamos otra excursión. Aquí tomamos las barquitas de madera y a los fuertes remeros chinos (fuerte son por su tamaño sino por la resistencia para arrastrarnos a toda la barca) y seguimos paseando pro el rio Shennong.
Los barqueros nos arrastraban a remo y el guia nos comento que podiamos animarles para que fueran mas rapido y adelantaran a las otras barcas. Ibamos penúltimos y empezamos a gritar toda la barca “llallo” “llallo” y asi fuimos adelantando a todas las otras barcas hasta quedar lso primeros. La verdad es que algunos remeros de las otras barcas se veian sudoroso, los pobres que ademas de remar (descalzos) luego también tiraron de nosotros. Y es que llegados a un punto la corriente es muy suave y para que avancen as barcas tienen tradición de bajar los remeros y atarse la barca con una cuerda y tirar de ella hasta volver a remontar la corriente.
En este camino nos encontramos con un espectacular paisaje rural de aguas cristalinas, pequeñas cascadas, cuevas, acantilados, estalactitas, bosques, monos (bueno, yo solo vi uno pequeño con el grupo de mi barca) y demas animales (como serpientes, Puaggg). El hecho de verlo todo tan de cerca e incluso poder pisar tierra hace que el paisaje resulte mucho mas espectaculares que las grandes gargantas. Al regreso del camino los barqueros cantaron canciones y por supuesto vendieron los cds de sus canciones que no hace falta una tienda para que los chinos te vendan algo.
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