Después de pasar por Nanya, el Cabo Bitou es un impresionante lugar al que vale la pena hacer un viaje. El Cabo Bitou es uno de los tres cabos del Norte de Taiwán: los otros dos son el Cabo Fugui, el cabo más septentrional de Taiwán y el Cabo Sandiao (el que inicialmente quería visitar pero que al final cambié por el de Bitou). El cabo de Bitou tiene varios caminos para recorrer dado que a los taiwaneses, según descubrimos, les gusta mucho andar. Aquí había un templo que, como vimos en el camino histórico Caoling son los puntos de inicio o fin de caminos. Antes de llegar al templo había una fila de figuras de monjes con diversas poses y caras, la más curiosa la del anciano que se mesa el pelo de las cejas que le llega sobre la cintura (así de largo). Una vez pasado el templo se encuentra un cartel que te indica el camino del Longdong Bay Cape Trail del Cabo de Bitou.
Como otros caminos está asfaltado con piedras y, extrañamente, no encontramos muchas escaleras sino cuestas. A medida que vamos subiendo por el camino podemos ver a los pescadores en las rocas junto al océano, hay bastantes por lo que debe ser una buena zona pesquera. Las vistas desde este camino nos ofrecen el espectáculo de los acantilados que rodean el faro de Bitou y un pequeño punto blanco que se distingue como el faro de Bitou.
Durante el camino nos acompaña el intenso verde de la vegetación que se adueña de la montaña y el variable azul del océano pacifico, los colores se ven más brillantes debido a que nos ha tocado un día soleado (razón por la que vemos caminantes con palos de treking y paraguas para el sol). El camino llega a un pabellón de madera donde hay gente descansando y tomando algo, a la vez que disfrutando de las vistas, a un lado las montañas de frondoso verde con las playas a sus pies, y al otro lado el acantilado con el océano a nuestros pies. Y de aquí nos acercamos a un mirador que hay que permite ver el acantilado del camino y una gruta rectangular llamada “Cueva del Dragón”, así como distinguir el porqué del nombre del Cabo Bitou, que en chino es "punta de la nariz" por forma de nariz que es la tierra que sobresale en el océano.
Después de esta vista regresamos por donde habíamos subido para coger el coche e ir a comer al pueblo de pescadores que hay junto al Cabo de Bitou, para así comenzar el camino llamado Bitou Area Tour. Así que después de comer fuimos a caminar y subir escaleras (que malas costumbres tienen estos taiwaneses). El camino recomendado comienza en la carretera y tiene una empinada cuesta que nos lleva hasta la escuela elementaría Bitou, que debe ser la escuela con las mejores vistas de Taiwán dado que está pegado al borde de la montaña, con el océano a un lado, y al otro el patio de recreo. Más o menos enfrente de esta escuela nos encontramos con un cementerio en la montaña. Durante el día de hoy hemos vistos varias mientras íbamos en coche. Resulta curioso como parecen pequeños coloridos templos plagando la ladera de la montaña, pero no son templos ni casas sino tumbas.
Tras dejar atrás la escuela comienza el camino, a estas horas bastante transitado. Como el otro camino tenemos un recorrido por la montaña rodeada de vegetación con pabellones de madera para descansar con vistas al océano y los acantilados que rodean la costa. Y comienzan las escaleras de madera pero también las mejores vistas, porque cuanto más subes más ves. Aquí el guía nos iba a llevar por otro lado pero debido a que el faro está cortado por obras solo tuvimos un camino para recorrer. El faro lo vimos de lejos, se construyó por primera vez en 1896 y luego se reconstruyó después del bombardeo aliado de Taiwán en la Segunda Guerra Mundial, que forma el término de los senderos (hay tres caminos pero como decía estaban cortados y solo se podía tomar uno).
Actualmente el faro no está abierto y cuando llegamos ahí arriba el paso estaba cerrado y lleno de alambradas. Así que en vez de ir hasta el faro nos dirigimos hacia la otra punta de la montaña y su siguiente pabellón para disfrutar de las vistas, que desde ahí arriba son espectaculares. Por un lado tenemos vistas de las diversas montañas de diversos tonos verdes pro su vegetación, y por otro lado los caminos que recorren el cabo y los acantilados junto al océano que tiene el agua tan limpia que desde arriba se pueden apreciar las rocas de debajo del agua, de forma que hay zonas de azul más oscuro y otras zonas de azul más claro. Pero apenas hemos comenzado el camino pues hay diversos pabellones repartidos por las montañas que forman un camino de madera que recorre el cabo.
Escaleras y más escaleras pero todas bien conservadas, y es que los caminos y puentes colgantes en Taiwán (hay muchos de ellos) se cierran para mantenimiento, por lo que si el lugar no está cerrado es fácil encontrar el camino es buenas condiciones. Aunque también puedes encontrarte que debido a mantenimiento el lugar que quieres visitar esté cerrado. Desde este punto del camino es desde donde mejores vistas de la costa y las montañas se obtienen, es como una postal, por lo que es normal que esté tan transitado.
Nosotras nos paramos un rato a disfrutar del paisaje desde el cabo y luego continuamos el camino, ya escaleras hacia abajo para acabar saliendo al pueblo de pescadores y encontrarnos con un templo dedicado a la diosa Matsu (ya sabéis, fin de un camino y pueblo de pescadores tocaba templo a Matsu). En resumen las vistas desde este Cabo son espectaculares y pese a que el Camino Histórico Caoling nos gustó mucho esta caminata se llevó todos los puntos para situarse entre nuestros lugares favoritos de Taiwán. Si es posible es un lugar cerca de Taipei muy recomendable para recorrer.
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