Después de ir a Yeliu el guía nos llevó por la carretera de la costa hasta la peculiar roca Nanya. Durante el camino a esta peculiar roca pasamos junto a Shuinandong Smelter, que debido a su tamaño se veía desde la carretera. Shuinandong Smelter era una industria minera construida durante la era colonial japonesa cuando Jiufen y Jinguashi estaban subidas en la fiebre del oro, siendo en aquel entonces la mayor mina de oro y cobre de Asia. El edificio está construido en la ladera de una montaña frente al mar, cuya construcción escalonada es lo que le da el nombre de "los restos de los 13 niveles" y lo que permite que sea completamente visible desde la carretera. Actualmente hay tours que la visitan junto con Jiufen pero como nosotras queríamos ir por libre a Jiufen no llegamos a visitarla.
Mientras mirábamos las espectaculares montañas verdes a un lado y la costa a otro el guía nos aparcó en un recodo de la carretera, junto a un río, que es el comienzo de uno de los muchos caminos que hay para hacer excursiones por las montañas de Taiwán, pero al otro lado del inicio de este camino hay una roca apenas visible hasta que llegas a pie de costa. Esta roca es tan visitada que han puesto un semáforo para que la gente pare el coche en ese lateral de la carretera y cruce a verla. Cuando cruzas la carretera y llegas a la costa consigues ver la roca Nanya entera, que es mucho más grande de lo que se puede apreciar en la distancia dado que comienza desde abajo en la playa y va creciendo.
La intemperie y la erosión de las olas a lo largo del tiempo han tallado formas extrañas en las rocas areniscas de la costa y han revelado capas de hierro en las piedras, es debido a ello que se creó esta curiosa formación que, como nos dijo el guía, es un lugar muy visitado por los fotógrafos y las parejas de novios para sus reportajes de boda. Nosotros nos encontramos con un reportaje fotográfico a los pies de la roca. Y es que en este rincón tienes las exuberantes montañas verdes erguidas a tu espalda, el interminable Océano Pacífico enfrente y la “Peculiar Roca Nanya” surgiendo del suelo hacia el cielo. Lo llamativo de esta roca no es solo es su forma que parece esculpida a mano sino sus diversos colores, desde clara roca arenisca a tonos más rojizos debido al hierro de la piedra.
Cuando íbamos a volver a nuestro camino encontramos una cascada de agua que caía directamente sobre la carretera. El guía paró en un lateral para que pudiéramos disfrutar de la vista y fotografiarla y según nos comentó esa cascada no suele estar, pero como este año ha llovido mucho se ha creado y cae de lo alto de la montaña directamente sobre la carretera de la costa. También disfrutamos de las vistas de la costa noreste de Taiwán que es preciosa con esas montañas y el océano.
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