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Diario 2009 DINAMARCA: Copenhague - dia1

Marzo de 2009. Este es el viaje que más me ha costado organizar. He mirado ir desde todos los sitios posibles y he hecho cientos de diferentes rutas, finalmente claudique y acepte gastar mis cuatro días de vacaciones visitando Sjaelland y la Isla de fiona. Dejando la hermosa Jutlandia para cuando tuviera mejores conexiones de vuelo. O más días de vacaciones. 


Dinamarca es de cuento.... con paisajes espectaculares, castillos, pueblicitos encantadores,.... un lugar de cuento... de Copenhague queda el sabor de los colores, dado que pese al frío ahí estaba siempre el cielo azul, el césped verde, las casitas de colores pastel, el mar y tantos otros edificios de colorido igual.

Comenzando el viaje visitar la capital si el avión aterriza en Copenhague es muy fácil. Y es que una de las ventajas que tiene Copenhague es que desde el aeropuerto se puede ir al centro de Copenhague en tren, en solo diez minutos se llega y la estación esta justo debajo de la terminal 3 del aeropuerto. Y luego la ciudad se puede visitar a pie sin problemas.

 
Desde la estación central, justo enfrente se encuentra Tivoli, el parque de atracciones mas antiguo de Europa y que según dicen y he visto en fotos es precioso de noche cuando abre sus puertas. Nuevamente todo colores que inundan la noche. Al ser una época poco turística ni estival el parque esta cerrado. Habia un cartel indicando que se abriría para el ocho de abril. Y al menos por la noche las luces exteriores de la entrada se encendieron, aunque el resto de atracciones permanecían apagadas y abandonadas, pero daba una idea de cómo sería todo iluminado lastima que tan vacío y apagado dieran un aspecto tan solitario durante el día.

 

En la zona derecha del Tivoli se encuentra la glypsoteca Carlsberg. esto en realidad es un gran museo del cervecero Carlsberg, es interesante pero se puede omitir si ya se ha estado en otros cientos de museo de Europa y no tienes necesidad de más. Es recomendable en cambio visitar otro museo donde hay recuerdos de los vikingos, que no se encontrar tan fácilmente en el resto de países europeos como figuras egipcias griegas, romanas, etc. 


Justo al lado de Tivoli, un lugar recomendado a visitar en verano, se encuentra la Radhuspladsen o plaza del Ayuntamiento, con su kilómetro cero, la figura del Toro matando al dragón, sus gárgolas y sus esculturas de la mitología nórdica: serpientes, dragones… El termómetro enmarcado en un edificio de la Plaza del Ayuntamiento es también un punto célebre de la ciudad. Si hace buen tiempo saldrá la escultura de un ciclista, y si es recomendable quedarse en casa una mujer con paraguas. y desde aqui comienza el recorrido de la ciudad.

 


De ahí surge la stroget que en realidad son varias calles peatonales llenas de tiendas y gentes. Por entre esas calles se puede acceder a diferentes bocacalles que llevan a visitas interesantes como a la biblioteca de la Universidad y la iglesia de San Pedro, a la torre redonda, una torre en espiral donde dicen que Catalina la grande llego a subir en coche de caballos y que el único aliciente que tiene es la vista desde arriba de la ciudad dado que por dentro no es nada especial. También hay diferentes plazas y casitas con encanto por entre esta diagonal peatonal. Siguiendo recto se puede alcanzar la plaza desde donde esta el Hotel Anglaterre, el Teatro nacional, y la Nihav. 

 
  

 

Nihav es la zona del puerto que parece sacada de un cuadro, todo barquitos de vela a los lados del canal, casitas de colores claros y variados, restaurantes y bares carisimos (como si fuera costa de playa) y donde se puede disfrutar del ambiente, de noche hay hasta botellon. aunque solo sea para disfrutar con la vista es algo que no se puede perder en una visita a Copenhague. Un cuadro de color tanto con el sol, como al atardecer. El único problema que tuve al ir en esta época del año es que la gente iba siempre en bicicleta, pro la cantidad de parkings de bicicletas y gente en bici que vi sé que es normal que ahí utilicen este medio de transporte mas que otros pero el caso es que no había nadie a pie. y seguro que con el buen tiempo se paran algo. La realidad es que pese al sol, nadie pasaba a pie por la ciudad, al ver las fotos la gente me ha preguntado como podían estar tan vacías las plazas y calles y es que no se cruza ni una sola persona, y es porque no había, conservan las calles empedradas con adoquines, que dejan encanto ala ciudad..... y fue un pequeño problema porque me pase 20 minutos en el Nivah esperando encontrar a alguien para que me hiciera una foto y los que pasaron andando fueron una parejas de turistas. No encontré muchos turistas, mayoritariamente los que encontré eran italianos, muchos italianos me tope por ahí. 

 

Una vez superado el problema de la foto desde ahí en diagonal se puede llegar al palacio real de Amalienborg, por supuesto estaba completamente vacío, lo que hacia la plaza mucho más grande. y solo había seis guardias en toda la plaza.Y deben de pasar frío los pobres porque solo cuando es muy de mañana llevan una capa, por la tarde, cuando esta ya desapareciendo el sol todavía no la llevan, aunque para mi hacia mas frío a esa hora que por la mañana al día siguiente. no tenia planeado ver el cambio de guardia, que se realiza a eso de las doce del mediodia pero como es mi "habilidad" cuando viajo, estaba bajando hacia el Nivah cuando me tope con la banda y los guardias yendo hacia el cambio de guardia. En todo caso esta vez más personal ver los paseos delos guardias en la gran plaza vacía, nadie pasea por ahí...al lado de esta plaza se encuentra una preciosa iglesia de mármol blanca con estatuas gigantes y un poquito mas a la derecha una iglesia ortodoxa con sus cúpulas rusas características. 
  

De la plaza se sigue la linea del puerto, la langueline, que nos lleva hasta la sirenita. De camino, se encuentra una iglesia y una fuente con la escultura de Gifeon. Dice la leyenda que en la época en que el rey Gylfe reinaba en Suecia, llegó a visitarlo una mujer de rara hermosura. El príncipe fue seducido por la belleza de la dama y por la dulzura y armonía de su canto. Después que ella hubo permanecido durante varios días en Palacio, el Rey le preguntó qué deseaba que le ofreciera él en prueba de gratitud por el placer que le había causado con su presencia y con su canto. Estaban el Rey y la dama en una habitación de palacio y los servidores habían traído copas con hidromiel, con el que habían brindado. Al fin, ella respondió: - ¡Oh señor!, grande es tu generosidad. Yo te pido sólo una parte de tus tierras. No temas que vaya a mutilar tu reino; quiero sólo el trozo que yo pueda labrar durante veinticuatro horas con la ayuda de cuatro bueyes. El Rey contestó: - Poco es lo que me pides. Te lo concedo gustosamente. Mas esta mujer no era de raza humana, sino que pertenecía a la familia de los Ases - dioses bienhechores escandinavos - y se llamaba Gefion. Hizo venir a cuatro hijos que había tenido de un gigante en el Iothunheim, y los cambió en bueyes; después los unció al arado. Trazó luego un surco alrededor del terreno que había elegido, y el surco fue tan profundo que toda la parte que rodeaba fue separada del continente. Entonces ella unció sus bueyes a este trozo de tierra y los aguijó de modo que la arrastrasen hasta el mar. Una vez que estuvieron en la orilla, los sumergió en el agua y los llevó hasta meter el trozo de tierra en el Øresund. Y así nació la isla que se llamó ZealandIsla donde está situada la capital de Dinamarca


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Pero antes de llegar a la sirenita se llega al kastillet, que es una ciudadela, pentagonal como todas. el lago que rodea el kastillet estaba medio helado y se veían a los cisnes y patos jugar por ahí. La ciudadela esta todavía en uso por los militares y hay unos carteles a la entrada que te habían por donde puedes ir y por donde hacer fotos. Las casitas del kastillet se conservan perfectamente y tienen el encanto de un pequeño pueblo antiguo, ademas, por la parte de las cimas de arriba están los cañones y un molino que hacen del lugar, una zona con un encanto especial y sobre todo, otra vez el color: verdes, rojos, marrones, azules....

 

  
y ya al lado de ahi, en el mar, se encuentra la sirenita, la pobre es pequeña, con el agua a su alrededor con espuma sucia ,y tras ellas las fabricas lanzando humo por sus chimeneas. Quita bastante encanto al lugar y aunque es una visita típica, hay cientos de lugares con más encanto en la ciudad. La leyenda cuenta que los cantos de las sirenas embrujaban a los hombres del mar y en la ciudad de Copenhague, un humilde marino fue hipnotizado mientras trabajaba por la voz de una joven sirena. La Sirenita renunció a su inmortalidad a cambio de poseer el aspecto de una mujer. De esta forma, conseguiría mantener el amor de su príncipe. Pero finalmente el marinero la traiciono y la sirenita se convirtió en espuma del mar...tal vez por eso se dice que es un punto de peregrinaje para todos los marineros que se encuentren en alta mar navegando. Se cuenta que para ellos visitar la sirenita era una descarga de conciencia, ya que le confesaban sus infidelidades durante su viaje.

  

Al otro lado del Nivah se encuentra el barrio de Cristhiana. Este es un barrio especial. Desde ahí se puede ver el edificio moderno del museo, llamado diamante negro porque es un edificio acristalado completamente negro, muy elegante y que no queda mal dentro de todos los edificios antiguos, otro punto de color. como decía Cristhiana es un barrio con encanto, casitas de colores, de madera, muy arregladas y que dan encanto a cada esquina. En este barrio también se puede ver la iglesia Vor Frelsers Kirke con una torre en espiral, se puede subir y ver la ciudad desde arriba pero la iglesia estaba cerrada por obras asi que no pudo ser. 

  


De regreso fui de camino hacia el edificio de la Bolsa, que es precioso como una postal. A su lado esta el palacio de christian y el teatro museo. Por los canales pasean los barcos turísticos casi vacíos, pero la vista de las plazas, con sus estatus, sus iglesias y sus edificios compensan el frío que se pueda pasar. Y estamos de nuevo en la strogade. 

  
Y poco mas alejado se encuentra el jardín botánico y el castillo de Roesnborg. Junto al castillo hay un parque enorme, por el que se puede pasear y disfrutar hasta llegar al pequeño castillo de Rosenborg, donde otra vez los colores, aquí tal vez el marrón, verde y violeta se hacen ver de nuevo. Al lado se encuentra el museo de historia y el Jardín botánico, como una fortaleza acristalada. Lo malo de Dinamarca es que no hay carteles en ingles y uno puede estar haciendo algo que no debe y no enterarse. Lo bueno es que toda la gente con la que me tope habla ingles fluidamente, en el tren, como no entendía el billete (esta todo en danes) la mujer a la que pregunte al azar me explico todo en ingles y hasta me acompaño para enseñarme donde podía sentarme. No son muy abiertos pero si preguntas son muy amables, y tienen gran dominio del ingles (por lo menos con todos los que me tope).

  

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