Y una vez vista Copnhague al día siguiente cogí el tren hacia la Isla de Fionia. En realidad creo que si están unidas dejan de ser islas pero sigue conservando ese nombre....a esta isla se le llama el jardín de Dinamarca y aunque abunda el verde no lo tomaría como un “jardín”. En todo caso, los lugares en la isla de Fionia son como una viaje a pueblos de hace doscientos años y pese al día gris y lluvioso que hizo es fácil imaginarse la de historias que podrían contar las costas de Fionia.
La primera experiencia fue el tren, dado que como decía anteriormente los carteles no están en ingles sino en danes, y los billetes también. Lo de los billetes tienen algo positivo, si reservo sitio tengo sitio fijo donde sentarme y si no lo reservo pues me siento donde no este reservado. Para la ida no tuve problemas....ademas, el billete es por un lado la reserva por otro el billete de viaje por lo que si pierdes la reserva no pasa nada, excepto que te quedas sin asiento pero no sin viaje, y también tiene le punto positivo que puedes perder el tren y coger el siguiente sin tener que coger otro billetes, eso es porque como hay trenes bastantes continuados los billetes tienen una hora y media de duración. vamos que si pierdo el de las nueve ya cogeré el de las nueve y media porque el mismo billete me sirve.
Siguiendo con el viaje, Odense. El nombre de Odense proviene de Odins Vi que significa "el Santuario de Odin" en relación con la antigua mitología escandinava. Odin es el dios de la sabiduría, la guerra y la muerte. Pero también es considerado el dios de la magia, la poesía, la profecía, la victoria y la caza, con que es normal que en tal “santuario del dios de la sabiduría y la poesía y la magia naciera HCAndersen....
Saliendo de la estación (donde se encuentra la biblioteca donde había algún tipo de forum sobre Jorge Luis Borges según los carteles que vi...) uno pasa por un antiguo palacio, una iglesia y por fin llega a la plaza del Ayuntamiento, que lógicamente es de nuevo otro palacio.
En la plaza del Ayuntamiento, solo dos figuras: Andersen y Oceania. Aquí fue donde nació y vivió, cuando no estaba en uno de sus viajes (otro viajero) Hans C. Andersen, famoso sobre todo por sus cuentos (La Sirenita, el Soldadito de Plomo, La Reina de las Nieves, Pulgarcita...). Siendo tan importante danes de esta población es normal que cuando uno pasea por esta población vaya encontrando figuras que representen a andersen o a algún personaje de sus cuentos. Lo que no sé el porqué de los pies descalzos del escritor.....
A su lado esta la catedral de San Canuto y su momia se encuentra dentro de la iglesia, donde por supuesto hay un cartelito de que ahí fue bautizado CHAndersen, la iglesia por dentro es como tantas otras danesas, la excepción es la momia de San Canuto. Como decíamos Odin era el dios de la guerra, así que normal también que el rey Canuto fuese rudo, peleón, invasor de tierras extrañas y exigente sin contemplaciones...
Tras la catedral hay un parque con otra figura de HCAndersen y una isleta con su nombre. En este parque es fácil imaginar al pequeño patito feo, el cisne que pasea con los patos del lugar, entre las malezas. O al soladadito subido en el barquito de papel navegando en su aventura...
De ahí acercándose a la iglesia de San Albany llegamos a lo mejor de todo; que es pasear por las callecitas anexas y paralelas al museo de Andersen dado que es como viajar en el tiempo. Como decía es raro ver a los daneses caminando, sino más bien verlos en bici, y por Odense los que más veía era a los carteros, en bici, por supuesto.
Son varias calles con varias casitas de aspecto antiguo, de colores y formas asimétricas, junto con sus calles empedradas y la falta de gente le dan un encanto de cuento de hadas. Paseando puedes mirar la esquina de una de estas casitas, en el pequeño callejón, tan estrecho, e imaginar a la niña de los fósforos bajo el frío. O danzar entre sus calles empedradas a la niña de los zapatos rojos, o en sus pequeñas ventanas asomarse el niño mientras cae en su ojo el cristal del espejo de la reina de las nieves..., o tantos otros cuentos que estos rincones tan solitarios (no pasaba nadie) y tan antiguos pueden rememorar.
Cerca de Odense hay un pueblo museo al aire libre con casitas de otra época y también a unos cuantos kilómetros esta el castillo de Egeskov pero para estas fechas están cerrados. Como el pueblo se ve a pie enseguida en el mismo día se puede visitar otro lugar de la isla (a menos que se vaya en temporada turista y se pueda ver alguno de los otros dos sitios que he comentado que estaban cerrados).
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