Después de conseguir zarpar de Baidi (unos se fueron a pasera por el pueblo y regresaron tarde, todo el crucero esperando) subi a cubierta para admirar nuestra entrada a la primera garganta, Qutang, la más corta con 8 km de longitud. En el barco habia una postal donde se veia el crucero en el que iba cruzando esta garganta, que pese a tener seis planta parecía un barco pequeño en comparación.
En esta parte del trayecto pese a que los días habían sido calorosos soplo un viento frio, bastante frio que nos hizo buscar abrigo antes de sentarnos a disfrutar de las vistas. Al lado teníamos a la guia china de aleman hablando sin parar, el de ingles no dijo ni mu pero tampoco nos importaba, la información la tenia de la guia, asi que el resto solo era relajarse y disfrutar de la vista desde todos los ángulos. Aunque con tanto aleman casi me da dolor de cabeza, uno pecaba de poco y la otra de exceso de información.
Los primeros acantilados tienen 350 metros de altura, y la anchura del río es descomunal. Lo primero que se pasa es el inicio de la garganta, la vista que tuve desde Baidi, e imagen del billete de 10 yuan. Vista desde abajo, desde el rio, tiene un aspecto no solo diferente sino más impresionante, porque ahí, en esa pared vertical, y desde el rio, abajo del todo, se percibe perfectamente la altura de la montaña.
Después el rio se va abriendo y se van viendo las montañas más inclinadas, son verdes pero en la parte baja, en la falda de la montaña tienen un tono marrón y sin vida, que se ven por la bajada del rio, pero eso nos da una idea de hasta donde puede llegar a subir el agua y la fuerza del Yangtse.
Aun asi, el paisaje de las 3 gargantas no se pueden describir con palabras, ni se puede apreciar con las fotos. El Yangtse es un rio ancho, las montañas altísimas, poder captar toda la enormidad que vas recorriendo como hormiguita desde el barco es difícil.
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