Hoy tengo un tour para ver los manglares, este es uno de los tours que más me gustaron del viaje, muy recomendable. Me llaman de recepción para decir que han pedido recogerme hora y media antes, no hay problema. Hay muchos tours por los manglares, tanto en la isla como por internet, me costó elegir el mío pero salí encantada con el viaje. La pena es no haber podido tener el día que perdí para ver todo lo que tiene Langkawi para ofrecer, hubiera cogido más tour con esta compañía. Al recoger a los clientes del tour fui la segunda en ser recogida, una madre y su hija chinas iban antes, pero luego fuimos recogiendo a otros clientes a sus hoteles. Tras recogernos a todos el guía nos enseñó el mapa y habíamos recorrido tres cuartas partes de la isla recogiendo a la gente, así que pude ver bastante de cada zona de la isla desde la furgoneta. Tour con: junglewalla.com/
Nos acercaron al muelle donde tomaríamos una lancha para comenzar el tour. Con el tour nos daban drinking water. Lo de drinking water no sé si lo he contado antes pero es que ahí venden agua embotellada potable y agua mineral embotellada. Aquí el agua potable la solemos beber del grifo, ahí la venden, pero especificando que no es mineral pero si potable- drinking water-. Nuestra primera parada fue Cueva de los murciélagos, el tour estaba muy enfocado hacia los animales, pero aunque no me gustan los bichos no puedo evitar decir que fue muy interesante, pasamos alrededor de la roca, por debajo de la gruta que cuando hay marea alta se llena de agua del manglar y vimos arañas y demás insectos de cerca.
En una zona donde por la marea baja se veían las raíces de los arboles, arriba en la roca había una especia de palmera que es un árbol prehistórico que todavía se conserva, camino a la cueva de los murciélagos vemos una serpiente verde entre las ramas de los arboles, se mueve como el viento que mueve las ramas y al principio me cuesta distinguirla de lo bien camuflada que está. Aquí nos explica que uno de los arboles que nos rodea del manglar lo llaman el árbol de los ciegos, coge una de las hojas y vemos el liquido blanco que lleva, si te lo tomas te da diarreas fuertes, y si lo pones en contacto con los ojos te quedas temporalmente ciego.
Entramos a la cueva con grandes estalactitas para ver a los murciélagos, cientos de los vivos, y uno vimos que muerto. De aquí nos vamos en barca a una zona donde hay varios restaurantes flotantes donde podemos ver a los peces y mariscos del manglar que enseñan a los turistas en todos los restaurantes. De estas casitas flotantes solo un par son realmente piscifactorías, el resto son restaurante-piscifactorías para turistas. Vemos bastantes veleros extranjeros, el guía nos comenta que en esa zona aparcar el barco (como se diga en lenguaje náutico) es gratis.
De aquí entramos en el manglar, solo nosotros, ninguna barca cerca, las raíces de los arboles alcance de mi mano, es un paisaje que me recordó a los pantanos de Luisiana y que me encantó. Pasamos por un pasillo bajo la montaña, la cueva del cocodrilo, pasamos al río Kilim. Aquí encontramos una serie de monos en la costa del manglar, mirándonos, nos acercamos con la estrechez del río y los monos intentan subir a la barca y van tras la botella de agua del guía, que lleva por fuera de la mochila. El guía se va a popa y deja que los monos suban y les da de beber con su botella de agua. No es explica que en épocas de sequia los monos buscan el plástico porque saben que contienen liquido, dado que el agua del manglar no es potable para ellos. Mientras otros monos nos observan impasibles desde las raíces de los manglares.
De aquí vamos a ver las águilas, pasan tan cerca de nosotros cuando bajan al río a pescar alimento que resulta increíble lo bien que se ven los colores y formas de sus alas. No soy amante de los animales pero pese a la cantidad de animales libres en su hábitat natural que vi, me encantó el tour, tal vez es más emocionante verlo así que verlo en cualquier otro lugar donde los controlan más. A lo lejos vemos una barca de pescadores haciendo lo mismo que las águilas.
Luego nos fuimos a comer a un restaurante flotante. Aquí el guía sacó a su mascota y estuvimos jugando con ella. Y tras la comida nos acercamos a una playa pero el mar se presentaba picado así que el guía nos dio la elección de salir al mar y volver por la costa del mar o por donde habíamos ido, por el manglar. Nos pusimos los chalecos salvavidas y salimos a mar abierto, el mar de Andaman, donde el bote se puso a máxima velocidad hasta llegar a nuestro destino. El cielo estaba despejado y por un lado se veía Tailandia, y por el otro la cosa de Langkawi: mar azul turquesa, rocas de frondoso verde con formas caprichosa, hermoso paisaje. El tour acaba aquí y nos llevan al embarcadero del que hemos salido y regresamos al hotel, a lo que llego el día casi a terminado, y al día siguiente a primera hora salgo hacia Kuala Lumpur.
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