Ir al parque geológico Yeliu y el Cabo SanDiao (antiguamente Cabo San Diego) era mi próxima visita programada, pero tras buscar información de cómo llegar desde Taipei a estos sitios vi que a Yeliu se puede llegar con el Bus Guoguang pero al Cabo SanDiao es más difícil. Y al contratar el tour de día al Camino Caoling en Taiwan Adventures vi que hacían recorridos por la costa Noreste que incluían el Parque Geologico Yeliu y el cabo de Bitou. Buscando información vi que podía sustituir el Cabo de SanDiao por el de Bitou con el mismo resultado satisfactorio. Así que contraté la excursión de un día por la Costa Noreste de Taiwán. Empezamos el recorrido visitando el parque geológico de Yeliu, cuando llegamos al parking del lugar este estaba casi vacío, cuando salimos estaba lleno. Para ir solo al parque geológico de Yeliu hay que coger el Metro de Taipei a la estación Danshui, cambiar al bus Danshui—Keelung ybajar en la parada Yeliu.
El lugar es un punto turístico muy visitado. Del parking a la entrada del parque hay un mercado cubierto que al ser tan pronto apenas había abierto y que, en este caso, me recordó a los zocos árabes. Una vez pasado el mercado llegamos al parque. En la entrada hay carteles explicativos en varios idiomas y también carteles con las prohibiciones dentro del parque, aquí encontramos el único cartel en español que vimos en todo Taiwán, aunque solo era el cartel con las cosas que estaba prohibido hacer dentro del parque. Nos dijo el guía que el turismo en español en Taiwán es muy raro, y es cierto que en muchos sitios éramos las únicas occidentales, todos los demás turistas eran orientales. Así que cuando fuimos a entrar al parque y el de la taquilla nos preguntó de dónde éramos no fue extraño verlo sorprendido al decirle que de España. El guía nos dijo cómo decir que éramos españolas en el chino que hablan en Taiwán pero con tanta información se nos olvidó, aunque con decir “Spain” y ver sus caras ya suponíamos que pensaban “eso debe estar lejos porque ni me suena”.
La entrada tiene pasillo de árboles con las figuritas que tanto les gusta a los asiáticos y finalmente los árboles desaparecen y te encuentras en la costa y un litoral de piedra marrón con diversas formaciones tipo setas pegadas al mar. Yeliu está en la costa, completamente pegado al mar, así que tiene unas buenas vistas de las montañas, las islas y los barcos faenando en el mar de la China Oriental, pero el motivo por el que es tan visitado es su topografía que nos hizo recordar a la Capadocia en Turquía. Debido al viento, los movimientos de tierra, el agua y las olas la piedra se ha ido erosionando creando formaciones rocosas tan curiosas que a veces parecían hechas por el hombre y no por la naturaleza. El parque tiene varias zonas que recorrer, el guía nos llevó por las menos impresionantes para luego ir avanzando.
En el camino pudimos encontrar piedras que parecían manos con dedos o bolas de cañón, y muchas piedras con agujeros como los corales. Entre estas piedras se podía encontrar en el suelo agujeros redondos llenos de cristalina agua de mar y muchos fósiles, sobre todo de estrellas de mar. En el parque te permiten caminar por entre las rocas e ir descubriendo fósiles o curiosas formaciones siempre y cuando no pases de la línea roja pintaba en la piedra y que es para evitar accidentes y caídas al mar, aunque había muchos salvavidas colocados alrededor del parque, por si igualmente alguien caía al agua.
Hay varias formaciones rocosas creadas por la erosión y con nombre de lo que parecen, pero la más famosa es la Cabeza de la Reina. Es tan famosa que en el parque tienen a un guardia con chaleco amarillo que vigila que se haga fila para que todo el mundo se pueda hacer la fotografía con la piedra del lado en el que se ve como una cabeza de una reina egipcia y evitar que nadie se agolpe alrededor de la piedra, que debido al paso de los años tiene el cuello cada vez más erosionado y corre peligro de caerse. Tras hacer la fila de rigor para sacarnos la fotografía con la Cabeza de la Reina estuvimos paseando por el lugar, subiendo algunas escaleras (cuantos montes tienen por aquí) para ver más formaciones rocosas, los diversos colores del agua del mar (diversos verdes y azules y eso que no estaba especialmente limpia), y a los pescadores en la costa.
Luego fuimos a la otra punta del parque que está lleno de champiñones o setas, que son las formaciones rocosas que tienen forma de, precisamente, eso. Aquí ya empezamos a ver más gente y es que había avanzado el día y habían llegado más turistas, grupos enteros con los guías blandiendo banderines, sobre todo chinos y coreanos. A medida que se llenaba de gente oíamos más los silbatos de los guardias porque la gente tiene la costumbre de cruzar la línea roja, en esta zona hay también formaciones como el helado, las vasijas o las casas tunecinas.
Tras verlo todo nos dirigimos a la salida donde nos encontramos con la piedra del tigre, que estaba acosada de turistas haciéndose fotos, así que nos marchamos a nuestro siguiente destino. El guía tenía razón al decir que a Yeliu hay que ir a primera hora, cuando salimos el parking estaba lleno de autobuses y coches, y en el parque se veían más personas que rocas. Si vais hay que hacerlo a primera hora de la mañana, aunque cueste madrugar luego compensa.
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