Algo que no ha cambiado en Estambul desde mi visita anterior y es que sigue habiendo mucha gente, turistas por todos los lados, filas, agobios, ah, y el mal clima que tiene la ciudad, que parece imposible conseguir ver un día completo de sol. Tras el hipódromo nos acercamos a la plaza central para ver la mezquita azul a un lado y en frente Santa Sofía al otro lado, y aún andamos hasta el palacio de Topkapi cuya entrada está junto a Santa Sofía. Al día siguiente llovía con ganas (de aquí en adelante la lluvia sería un continuo en mis días). Este día tomamos una excursión, cosa que agradecía porque con el frio, viento y lluvia que hacía era para quedarme en el hotel y decir a mis amigas que se fueran ellas que yo ya había visto Estambul que pasaba del mal tiempo.
Primero fuimos al bazar de las especias, la vez anterior no recuerdo haber estado aquí, pero como no soy de tiendas lo único que me gustó fue una tienda de ropa de época preciosa aunque claro, bastante cara. Tras el bazar nos dirigimos a una montaña para completar Estambul desde las alturas pero con el viento y lluvia que hacia las nubes tapaban mucha de la vista y lo que se veía era imposible captarlo bien porque era como estar bajo las cataratas del Niagara, imposible luchar contra los elementos (y que frio hacia). Luego nos acercamos a ver un palacio al otro lado del Bósforo, muy recomendable, que curiosamente no se podía hacer fotos dentro, aunque cuando fui con mi hermana si dejaban. Me gustó mucho recordar cada sala pero en el exterior pude disfrutar aun menos que la vez anterior dado que con el viento y lluvia que hacía era imposible caminar, y menos caminar seco.
Y tras el palacio comimos para luego hacer un crucero por el Bósforo, he de decir que hice el crucero pero porque a mis amigas se lo había recomendado pero ni por libre ni por agencia lo hubiera vuelto a hacer sino hubieran estado mis amigas que jamás habían estado en Estambul, si aceptas mi recomendación no vale para nada el crucero, no le encontré ningún interés ninguna de las dos veces que lo tuve que hacer. Tampoco a mis amigas les pareció algo imprescindible que hacer en Estambul, pero como para gustos hay de todo, habrá gente que le parecerá imprescindible, para mí solo dejo un mal sabor de boca tener que repetir algo que la primera vez no me dijo nada.
Tras el crucero visitamos la mezquita nueva, que se encuentra junto al bazar de las especias. No recuerdo haberla visitado la vez anterior y aunque pequeña con tanto turista que había dentro me gustó muchísimo, pero que muchísimo más que la mezquita azul con diferencia. Lo de que la mezquita azul no era para tanto se lo dije muchas veces a mis amigas, pero como es otro de eso punto recomendable de hacer en Estambul me tocó repetir. La entrada es gratis pero hay una enorme cola que soportar si eres turistas (hay otra fila con menos gente si entras para orar). Y al final mis amigas reconocieron que hay otros sitios más bonitos en Estambul que la mezquita azul. Tras la mezquita nueva nos fuimos al gran bazar. Aquí no compré nada ni hice fotografías, ya estuve la primera vez y podía evitarme esa segunda vez sino fuera otro punto típico que ver en Estambul.
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