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Diario 2014: Turquia - Capadocia a vista de Globo - dia 2

Los que leéis el blog con asiduidad sabéis que si hay que montar en helicóptero, velero, dromedario, burro, avioneta, en fin, el transporte que sea, así que no podía dejar pasar un vuelo en globo, y más si era por la Capadocia. El día anterior otra vez nos acostamos pasada la medianoche, pero nos levantamos más pronto dado que a las cinco y media nos recogían en el hotel para llevarnos a uno de los valles, rodeados de chimeneas de hadas para ver como inflaban los globos y esperábamos el amanecer para salir. Mientras estás en la oscuridad viendo las llamaradas inflar poco a poco los inmensos globos e ofrecen desayuno, si alguien quiere, que no suele ser mi caso. Luego, cuando los globos están listos y todavía sin mucha luz nos distribuyen en cestas. Un globo tiene capacidad para veinte personas en cuatro cestas. Antes de salir te hacen practicar un aterrizaje de emergencia aunque como no les entendemos al final nos tienen que tirar hacia arriba para saber que no hace falta que sigamos de cuclillas. 

  
  

Y tras esto comienza la ascensión, no se nota apenas y se puede disfrutar como vas subiendo poco a poco sobre las formaciones rocosas que nos rodeaban. A nuestro alrededor se empiezan a ver otros globos que van elevándose del suelo como nosotros. En la oscuridad se ve el fuego iluminar los globos, calentando el aire para hacerlos subir. El precio del viaje es el mismo para todos, da igual la compañía, pero aunque parece caro realmente vale la pena. Nuestro vuelo duro una hora y cuarto y se nos hizo hasta largo. Recorrimos varios valles, disfrutamos de las vistas de las chimeneas de las hadas y del resto de formaciones rocosas de la Capadocia, de los campos y los pueblos; pasamos sobre el pueblo del piloto del globo. 

  

Y vimos entre las nubes salir el sol sobre el volcán Egeo. Todo el tiempo el piloto está comunicado por radio con el resto de globos, tras preguntar al respecto nos comentó que ese día habría unos 70 globos en el aire, y lo cierto es que es tan impresionante el paisaje como la vista de cientos de globos cubriendo el cielo de la Capadocia. Es decir, las formaciones rocosas con curiosas formas y colores blanquecinos y rosados son un paisaje admirable de ver desde el aire pero lo que lo hace tan especial es verlo con el cielo cubierto de varios globos de colores como bolas de navidad adornando el cielo. Es ese toque de ciento de globos de colores llenando el cielo lo que se queda como un recuerdo especial en la retina. Un paseo altamente recomendable. Y para terminar el piloto aterrizo la cesta justo sobre el remolque del camión. Y nos llevaron con el camión hasta un lugar apropiado para desinflar el globo, y luego beber vino con champagne, lo que quisieran, y comer algo dulce. Tuvimos mucha suerte dado que el día anterior había estado nublado y habían salido más tarde de lo habitual y es que según el tiempo los vuelos se pueden suspender.

  

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