Tras visitar las dos mezquitas, el mausoleo y comer nos dirigimos a cruzar en ferry el mar de Marmara que nos llevaría hasta Estambul. Cuando llegamos era ya muy entrada la noche (con eso del cambio de hora) y hacía bastante fresco en cubierta, así que no hay mucho que destacar. Un ferry como otro cualquiera que cruzan gentes y coches de un lado a otro del mar.
Destinos errantes: Berbe en movimiento (viajes, escapadas, visitas, recreaciones, etc.)
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