El viaje consistía en una curiosa mezcla, por Malasia principalmente me movería en tours contratados en el propio país, y no todos a la misma agencia, claro. Luego marcharía hacia Tokio para hacer una visita de fin de semana a unos amigos (y de paso visitar algo con su compañía) y luego un par de días por libre en Singapur.
Itinerario:
Día 1. Kuala Lumpur
Día 2: Malaca
Día 3:Cameron Highlands
Dia 4. Bukit Merah, Isla Orang Utan.
Dia 4. Kuala Kangsar
Dia 5. Bellum
Dia 6. Valle de Bujang
Dia 6 . Penang
Dia 7. Penang.
Dia 8. Entre Penang y Langkawi
Dia 9: Langkawi
Dia 10: Langkawi
Dia 11: Kuala Lumpur
Dia 12: Taman Negara
Dia 13: Kuala Lumpur
Hay muchas formas para llegar a Malasia, en mi caso cogí un vuelo directo desde Barcelona a Singapur. En Singapur hice escala a Kuala Lumpur ,me costó un poco identificar que trenecito tenía que coger, porque las pantallas no me salía la terminal del vuelo pues se había retrasado (lo que sería la tónica general del viaje), menos mal que tenía un plano del aeropuerto que había sacado de internet por si acaso.
Kuala Lumpur está tan cerca que el vuelo apenas llegó a durar una hora, mientras que el traslado del aeropuerto al hotel costó (sin trafico) una hora (por lo que puedo decir que el aeropuerto de la ciudad no está cerca). Costó más conseguir coger el trenecito que te lleva desde la zona de las terminales hasta la zona de recogida de equipaje que lo que cuesta el vuelo. Al salir nos recogieron muy rápido, aunque nos dio tiempo de notar el golpe de bochorno, no tuvimos nada de tráfico para llegar a la ciudad porque eran elecciones o así nos lo explicó el conductor. Sí es cierto que todo estaba lleno de banderitas azules (las de uno de los partidos políticos) y que no había mucha gente ni trafico ese día (el resto de días si pude ver muchas más gente en la calle y mucho más trafico del que vi el primer día).
Mi hotel estaba a apenas diez minutos andando de las torres Petronas y otros pocos de la torre Menara pero con el jet lag que cada vez me ataca más fuerte en vez de salir nada más llegar me quede durmiendo y reponiendo fuerzas para la tarde en la que tenía un tour por la ciudad. También es cierto que esto lo hice porque tenía otros dos días en la ciudad antes de marcharme del país, por lo que lo que no viera este día lo vería en los siguientes a mi marcha. Si no hubiera sido por esto seguramente hubiera salido esa misma tarde. Pero como no era el caso, aproveché a dormir.
Cuando más fuerte pegaba el sol, a las tres de la tarde, comenzó el tour por la ciudad que nos llevó a ver una zona de Kuala Lumpur donde todavía quedan casas típicas malayas rodeadas de rascacielos. La imagen no deja de llamar la atención; esas casas de madera, pequeñas rodeada de cables y suciedad y a su alrededor rascacielos de brillantes cristales.
Otra curiosidad es que los nombres de las calles estaban en inglés y en árabe. Aunque el árabe que escriben ellos no tienen nada que ver con el árabe que escriben en los países árabes, es como si nosotros escribiéramos nuestras palabras en japonés y decidiéramos que el español ahora se escribirá así, con toda la gramática y fonética española pero con los símbolos del hiragana japonés, pues esa mezcla es la que tienen los malayos, usan las letras" árabes” pero no su gramática ni fonética. Lo mejor del tour fue esta parte porque por mi cuenta no se me hubiera ocurrido visitar este lugar, además muy original.
Luego visitamos la plaza Merdeka también llamada plaza de la independencia ,se halla en pleno distrito colonial y posee una amplia extensión rectangular de césped donde antaño se celebraban partidos de criquet y desfiles. Rodeada por el Royal Selangor club, el museo de historia nacional, y el edificio del Sultan Abdul samad. Aquí, en la gran extensión de césped se ve la altísima bandera de Malasia y el I Love Kuala Lumpur junto al museo, al que entramos para visitarlo.
De aquí nos acercamos a Chinatown, donde nos dieron tiempo libre para comprar, cosa que no hice, pero me di una vuelta viéndolo todo y por ahí cerquita hay un templo chino, para quien quiera variar de las comprar, así hasta que llegó la hora de seguir el tour, de aquí nos acercamos a Littel India, donde me encantó el templo hindú Sri Maha Mariamman, aunque no entramos porque no había nadie y tampoco es que tuviéramos mucho tiempo, el tiempo se lo llevaban las compras del resto…
Chinatown: www.tourism.gov.my/es-... et?page=/2
De aquí nos dirigimos a Central Market, que tiene una calle con casitas coloniales muy bonitas pero aquí, de nuevo, nos dieron tiempo para compras. Esperaba un poquito más del tour explicativo que no tanta parada de comprar (para ir de comprar me voy por mi cuenta). Mercado Central: www.tourism.gov.my/es-... ral-Market
Resulta llamativa la primera vista de la mezcla de culturas que tiene Kuala Lumpur y como se refleja en su arquitectura: china, indu, musulmana, colonial... Según el guía el país tiene libertad de religión, pero solo se puede tener una religión, a los 21 años tienes que elegir qué religión quieres profesar, y esa será tu religión hasta el final de los días, no puedes cambiar de religión (ya sea porque tu pareja sea de otra religión o porque ya no tienes esa fe).
La explicación de comenzar el tour a las tres de la tarde es la lluvia. Eran las seis de la tarde cuando íbamos a terminar el tour y entonces comenzó a llover torrencialmente, entramos en la mezquita nacional, tras descalzarnos y ponernos el burka.
Mezquita Nacional: www.tourism.gov.my/es-... ue?page=/4
Y vimos caer el agua desde dentro, llovía tanto que una vez salimos y nos llevaron al hotel ni tuve intención de salir y disfrute de la vista de las torres Petronas iluminadas desde mi habitación bien sequita. Llovió tanto que al día siguiente había varios árboles caídos por la carretera (árboles gigantes) que cortaban el tráfico. Una pareja de recién casados que estaban en el mismo hotel me comentaron que esa tarde-noche estuvieron más de una hora parados en un autobús por la lluvia y los arboles que habían caído en la carretera.
La mejor opción, que use el resto de días por Kuala Lumpur, es moverse por el metro-tren, dado que Kuala Lumpur no está hecha para caminar (hay que cruzar las calles a la aventura dado que nunca hay semáforos en verdes para los peatones), y los autobuses son muy lentos por el tráfico y la lluvia torrencial.
Todo lo que queda por ver en Kuala Lumpur lo dejé para mi regreso, al final del viaje por Malasia y antes de irme a Japón.
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